El diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA) supone un proceso complejo que combina la observación clínica con la administración de herramientas específicas que han sido validadas científicamente, como el ADOS (Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo) y el ADI-R (Entrevista Diagnóstica para el Autismo-Revisada), así como, las evaluaciones de otras áreas de desarrollo como el lenguaje, la conducta o el aprendizaje.
Toda la información recogida en este proceso de evaluación nos va a permitir entender mejor las fortalezas y necesidades del niño, así como, planificar los apoyos adecuados.